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UnClick

Thanks

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Cuando a veces te suceden cosas, que jamás hubieras pensado que pudieran suceder, o recibes algo inimaginable, aunque fuera lo que más desearas, te sientes contento y extraño. Escribes una lista de deseos, como quien escribe una carta a los Reyes Magos. Redactas y la tiras, y no sabes bien donde va a ir a parar. Pero cruzas los dedos para que llegue a quien debe, y tus cosillas se puedan hacer realidad.

Y cuando casi se cumplen por completo, piensas, redacté bien, y la dirección estaba completa. Sientes una gran satisfacción, cuando las personas que te rodean te complacen, e intentan hacerte la vida más fácil. Una voz te dice, simplemente estás recogiendo lo que das. Y te abruma, porque recibes tanto, que jamás hubieras pensado llegar de ese modo.

Ha sido un fin de semana increible, como una montaña rusa. Solamente intento ser feliz y me quedo con lo bueno.

Mi canción

6 comentarios

Ceniciento -

La proxima vez pondré un burofax, sabiéndolo.

isabl -

El carbón está bueno, bienvenido sea.

Si es cierto, recuerdo que vi una peli hace un montón que me dejó pillada. No recuerdo de que iba, solamente de la escena, en que una señora tropieza con una tabla mal encajada de su viejito parquet y la tablilla se abre, y cuando se agacha a ponerla bien. Ve algo debajo, mete la mano y era una carta fechada durante la segunda guerra mundial.
Una carta del novio de la señora, pidiendole que le esperara y que cuando acabara la guerra se casarían.
La señora no la recibió, y rehizo su vida. Él volvió pero ella ya estaba casada.
La señora durante toda su vida no se cansó de pensar en él...

Y todo porque no le llegó la carta...



Queru -

Yo tengo un saco de carbón guardado por ahí. Ya veremos si no te cae algún trozo. ;-)

torresburriel -

Pues chica, normalmente uno recoje lo que va sembrando por ahí, y si te sientes abrumada será porque vas 'haciendo el bien' sin darte cuenta. Eso no puede ser malo. Sólo tiene el riesgo de que de bueno le tomen a uno por tonto, pero se acostumbra uno pronto ;-)

De todos modos yo nunca me he fiado mucho de los servicios de transporte. Cuando el envío es realmente importante, lo mejor es llevarlo en mano, llamar a la puerta y entregarlo.

isabl -

Gracias...

Dora -

Isa, te mereces lo mejor...

un beso